Navidad, una palabra especial para muchos. Para los niños, un sinfín de regalos, la venida del Viejito Pascuero. Para los adultos y ancianos, un momento familiar, de recogimiento y descanso.
Pero, ¿qué es realmente la Navidad? Para nosotros los creyentes es, o debiese ser algo distinto. Es el día en que el Señor Jesús nació en Belén, para traer “paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2:14) Ese fue el día glorioso en que llegó la salvación al mundo. “Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (Lucas 2:11) Es, pues, un motivo de gozo y regocijo para nosotros los creyentes, saber que en ese día comenzó la gestación para nuestra salvación. Nuestro Señor tomó forma humana y se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz, como dice en Filipenses 2, Por ello, como creyentes en Cristo, eso debe movernos en esta fecha. No quiere decir con eso que esté mal hacer regalos, adornar nuestras casas, y reunirnos en familia. Pero todo eso, a diferencia del mundo, debe hacerse pensando en el real significado. Adornar nuestros corazones con la Palabra de Dios, y regalarnos bendiciones espirituales.
Pensemos pues en esto, ese niño, que vino a este mundo, para los hombres es sinónimo de relajo y festividad. Para nosotros, sinónimo de salvación y gozo. Termino con un hermoso texto:
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6)
¡FELIZ NAVIDAD, PRÓSPERO AÑO NUEVO Y BENDICIONES EN EL SEÑOR A TODOS!
Pero, ¿qué es realmente la Navidad? Para nosotros los creyentes es, o debiese ser algo distinto. Es el día en que el Señor Jesús nació en Belén, para traer “paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2:14) Ese fue el día glorioso en que llegó la salvación al mundo. “Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (Lucas 2:11) Es, pues, un motivo de gozo y regocijo para nosotros los creyentes, saber que en ese día comenzó la gestación para nuestra salvación. Nuestro Señor tomó forma humana y se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz, como dice en Filipenses 2, Por ello, como creyentes en Cristo, eso debe movernos en esta fecha. No quiere decir con eso que esté mal hacer regalos, adornar nuestras casas, y reunirnos en familia. Pero todo eso, a diferencia del mundo, debe hacerse pensando en el real significado. Adornar nuestros corazones con la Palabra de Dios, y regalarnos bendiciones espirituales.
Pensemos pues en esto, ese niño, que vino a este mundo, para los hombres es sinónimo de relajo y festividad. Para nosotros, sinónimo de salvación y gozo. Termino con un hermoso texto:
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6)
¡FELIZ NAVIDAD, PRÓSPERO AÑO NUEVO Y BENDICIONES EN EL SEÑOR A TODOS!
